La complicidad de dos amigos unidos por la cultura

El Aula Magna de la CEU USP acogió, el pasado 7 de octubre, el encuentro entre Arturo Pérez-Reverte y Augusto Ferrer-Dalmau, un acto organizado por el Instituto CEU de Estudios Históricos.

Hay novelas que te atrapan entre sus páginas y deslumbran a pesar del paso del tiempo. Es el caso de la clásica novela de aventuras El prisionero de Zenda, de Anthony Hope. Así lo ha querido plasmar el escritor Arturo Pérez-Reverte en el prólogo que ha escrito para el nuevo volumen de esta novela, producido por la editorial Zenda Aventuras, y cuya portada ha sido diseñada en exclusiva por el pintor de batallas, Augusto Ferrer Dalmau.


Teniendo como punto de encuentro esta novela, el Aula Magna de la CEU USP se llenó para escuchar la interesante conversación entre el escritor y el pintor. Nuestro presidente y director del Instituto de Estudios Históricos de la Universidad CEU San Pablo, Alfonso Bullón de Mendoza, tuvo el honor de presentar este encuentro entre dos amigos que disfrutaron hablando de historia, arte, viajes, cine y literatura.

Pérez-Reverte despertó en los asistentes el gusto por la lectura, ya que “el libro lleva al ser humano a los límites y a la superación de las fronteras”. En ese sentido, señaló que “la certeza del mundo que te ofrecen los libros te ayuda a enfrentarlo con más heroísmo”. Además, en referencia a su compañero de conversación señaló que “somos un buen equipo”, puesto que uno pinta y otro escribe sobre temas históricos y Augusto “ha conseguido devolver la pintura histórica a la normalidad”.

Tras el éxito de ventas de El diamante de MoonfleetZenda Aventuras ha presentado el segundo título de la colección: El prisionero de Zenda. En ambas novelas se recuperan los héroes aventureros que durante décadas encarnaron la moral y las virtudes clásicas, generando unos referentes para la formación ética y estética de varias generaciones; referentes que hoy son más necesarios que nunca. Todo esto sin olvidar al antagonista: el imprescindible antihéroe, el villano clásico, que en ocasiones resulta más relevante por su atemporalidad.