“Hay tres cosas que me desbordan […]
El camino del águila por el cielo,
El camino de la serpiente sobre la roca,
El camino del barco en alta mar”
(Pr 30, 18-19)
Con este texto comienza el número 7 de la colección Estudios CEU Elcano. La autora del trabajo, Jimena Pozo Molina, busca poner en valor uno de los aspectos del desarrollo científico que trajo consigo el descubrimiento del Nuevo Mundo. Tal como ella ha señalado, aunque es cierto que los primeros descubrimientos responden a la casualidad, es a partir de ellos cuando surge el deseo de conocer e investigar la mar. En Occidente nacerán esas ganas de cultivar los estudios de la astronomía y matemáticas aplicadas a la navegación. Fueron los españoles los pioneros e inventores del Arte y de la Teoría de la navegación, que significó el capítulo inicial de la tecnología como primera disciplina aplicada. Es así como nacen los Tratados de Navegación en el siglo XVI, obras que recogían todos los saberes y teorías necesarias para la náutica dedicadas a instruir a los pilotos y navegantes. Fue en Sevilla, en la Casa de la Contratación, donde nacieron estas nuevas obras, pues la mayoría de sus autores estaban vinculados a ella.
Catedra_Elcano_7_Tratados de Navegación
Así pues, esta investigación se centra en los primeros Tratados de Navegación que nacieron en el en torno de la Casa de la Contratación. El acceso a fuentes de la biblioteca del Museo Naval de Madrid ha sido clave para el análisis y las conclusiones de este trabajo, que sin duda disfrutarán todos los amantes de la mar.