Descubriendo la Historia

En el Instituto CEU de Estudios Históricos creemos que el aprendizaje de la Historia es una acción dinámica que se debe apoyar en todos los recursos historiográficos de calidad a nuestro alcance. También queremos ser un puente entre el mundo académico y el de los amantes de la Historia, en la mayoría de las ocasiones totalmente desconectado uno de otro. Debido a ello, queremos emprender un nuevo camino en el que vamos a descubrir, junto a nuestros seguidores, las novedades bibliográficas, cinematográficas, de cómics, etc., todas aquellas que creamos que destacan por su rigor y calidad histórica, sin importar la época que estudien o su perspectiva.

En esta primera entrada vamos a hablar brevemente de una novedad bibliográfica que, estamos seguros, se va a convertir en un clásico con inusitada rapidez. Nos referimos al segundo tomo de los Memoriales y cartas del Conde Duque de Olivares, que recoge la correspondencia del valido de Felipe IV con el hermano de este, Don Fernando de Austria, y que ha sido editado por John H. Elliott y Fernando Negredo del Cerro; en total casi mil páginas.

En 1634 Don Fernando comenzó un largo viaje que le llevó a cruzar España, Italia y Alemania, para terminar su periplo en los Países Bajos católicos, conocidos también como Flandes.  El hito imperecedero de esta expedición fue la batalla de Nördlingen, en la que sus tropas junto a las de su primo, el futuro emperador Fernando III, vencieron al ejército combinado sueco-protestante alemán, al mando de Gustaf Horn y Bernardo de Sajonia-Weimar, supuestamente más moderno. Sin embargo, la misión que llevó al Cardenal Infante al septentrión de Europa realmente no fue ayudar a su familiar a dejar asentadas las cosas de Alemania, más bien fue otra diferente: convertirse en el nuevo gobernador general de los Países Bajos tras la muerte de su tía, la archiduquesa Isabel Clara Eugenia.

En la correspondencia editada, como ya hemos dicho, se recogen las misivas cruzadas entre el Cardenal Infante y el Conde Duque de Olivares una vez que aquel llegó a su destino. Al ser un epistolario privado destaca la frescura y sinceridad con la que los dos personajes se tratan, lo que hace muy vívida la lectura del mismo, bastante alejada de la rigidez y barroquismo de la correspondencia oficial de la época. Debido a ello, la informalidad de la que hacen gala ambos personajes facilita que los temas tratados sean de los más variopinto: desde chismorreos y confesiones sobre amores a el rumbo de los negocios de Flandes, las necesidades fisco-militares para mantener el frente de batalla norteño… En fin, una manera amena de conocer cómo se movían los hilos del poder en el siglo XVII.

Pero de las casi mil páginas, más 270 corresponden a cuatro estudios introductorios a cargo de John H. Elliott, Manuel Amador González Fuertes, Fernando Negredo del Cerro y Alicia Esteban Estríngana. Siendo los de estos  dos últimos los más valiosos, por ejemplo, el de la profesora Esteban Estríngana (centrado en la guerra que se inicia con Francia y a la embestida franco-holandesa entre 1635 y 1641) bien podría haberse publicado como una monografía por su extensión e interés. Esto me lleva a plantearme el único «pero» a este excelente libro: ¿por qué no se ha reconocido el trabajo de edición de los cuatro autores en la portada? Desde mi punto de vista hubiera sido lo más justo.

En fin, una obra que va a ser central en el estudio del segundo periodo de la Guerra de Flandes (1621-1648) y en el conocimiento de la importantísima figura del Cardenal Infante.

Eduardo De Mesa Gallego. Coordinador del Instituto CEU de Estudios Históricos

Editores: John H. Elliott y Fernando Negredo

Título: Memoriales y cartas del Conde Duque de Olivares (II). Correspondencia con el Cardenal Infante don Fernando (1635-1641)

Editorial: Marcial Pons

ISBN: 978-84-15963-13-4

Lugar de publicación: Madrid

Año de publicación: 2021

Páginas: 984